CUERVO Y SOBRINOS

Cuervo y Sobrinos probablemente habría desaparecido de la escena relojera si Marzio Villa no la hubiera relanzado al descubrir la Boutique abandonada de la Habana en un viaje. En el año 2003, la histórica Boutique de Cuervo y Sobrinos fue restaurada e inaugurada en La Habana, lo que la convirtió en la primera marca internacional de la relojería de lujo en abrir su propia tienda en La Habana, junto a su espectacular tienda del museo.

La historia comenzó a finales del siglo XIX y en menos de medio siglo, la combinación de la calidad de sus productos y el espíritu latino de la marca la hizo tan famosa que Cuervo y Sobrinos decidió extender su red de producción. Tres oficinas se abrieron en diferentes centros neurálgicos de Europa: La primera en Pforzheim, Alemania, donde se eligen las piedras preciosas, la segunda en el corazón de París, en la Rue Melzay, donde se hacen las piezas de joyería más prestigiosas y, más tarde, en Suiza, donde la compañía fundó su propia fábrica en la Chaux-de-Fonds, el lugar de nacimiento actual de casi todas las creaciones relojeras.